En mi ultimo recorrido por Túcume, conocí a Julian Bravo, un joven y talento artesano nacido en el mismo lugar, ubicado al noreste, del congestionado y polvoriento Chiclayo, lo encontré en un espacio que lo convirtió en un taller comunitario. Aveces no entiendo cosas, como el poco interés de las autoridades por ayudar a sus pobladores, aquellos que sobre salen por su talento.Julian Bravo es un artesano casi completo, comenzó elaborando joyas y repujados de plata y su sueño era tener un negocio de estos mismos, pero como el dice "se frustró el proyecto" y comenzó otro, con el que sigue hasta el día de hoy...
Entrar a su taller y ver la decoración de sus cojines, la estructura rustica, seguramente todo lo armo a su gusto, desde el bambú y los adobes, me saca un suspiro por la alegría de saber que hay gente trabajando por mantener su cultura viva. Ya establecido en el lugar, me senté a escucharlo con admiración y respeto es que como persona te transmite mucha seguridad al hablar de sus trabajos, cada uno de ellos elaborados con mucho sentimiento, reevalorando la iconografia de dicha cultura, lo mas resaltante de su trabajo es la técnica y los materiales que emplea para realizarlos. Plantas, semillas hasta el barro es el protagonista para tener los colores quebrados.
En ese taller también comparte su conocimiento con niños de diferentes colegios del distrito para que seguramente ellos mas adelante empleen estas técnicas y generen un ingreso económico a sus familias.
Como Julian existen muchos artistas artesanales que logran buenos trabajos y que necesitan el apoyo de las autoridades y darle oportunidad para que sus trabajos sean reconocidos.
Porque no basta un post y algunas fotografías para explicar el talento de Julian les invito a visitar su pagina y ver el trabajo que hace con los pobladores de Túcume.
